Bye bye Fon… hello Raspberry

Llevo varios post despidiéndome de tecnologías que llevaba tiempo usando, pero en este caso, Fon llevaba mucho años… en concreto desde 2006. Llegué a tener varias foneras, ¡incluso la Fontena! la cual, donde vivía por aquel entonces en Tres Cantos daba casi 1Km de cobertura (ver post https://alberto.ruiz-weber.es/2007/12/31/fonerizate/).

Pues bien, lo que es compartir WiFi, hace años cuando todavía el roaming era prohibitivo tenía sentido (y lo he usado en varios países de Europa… la gente de Fon hizo grandes alianzas con operadores y recuerdo logarme en muchos routers gracias a ello), pero hoy en día ya no es realmente necesario y, cuando he intentado últimamente no parece haber funcionado. Supongo que los acuerdos han o están expirando.

A lo que iba, todo esto para decir que, desde 2006 tengo la fonera, la cual, la compartición WiFi, aunque siempre ha estado ahí, le daba muy bien uso para Transmission, pero, como todo componente electrónico, terminó diciendo adiós. Quizás sea el transformador, la verdad que no lo he mirado en detalle, pero decidí cambiar y ahora estoy con una Raspberry un tanto antigua, con más servicios que los que la ¿defunta? fonera me daba (como por ejemplo Pi-Hole, pero eso daría para otro post).

Muchas gracias Fon por todo lo proporcionado durante todos estos años.

Bye bye Fitbit. Hello Pebble

Llevaba un año con la Fitbit, la cual complementaba el reloj (mi Seiko automático de “diver”), pero mirando por casualidad si Pebble había sacado algún otro reloj (¿o debo decir “wearable”?) tras su compra por Fitbit, veo que sacaron el Pebble2, pero, tristemente han cesado operaciones y no se venden más. Supongo que para navidad saldrá algo conjunto…

Pues bien, mirando en Amazon, veo que el Pebble2 está realmente barato, así que, a lo loco, compré uno.

Llevo más de una semana y la verdad es que muy contento, pues al contrario que Fitbit:

1) Te puedes bañar con él, pues es resistente al agua 30m.

2) No requiere la nube. Cuando estoy de viaje fuera de España (y no había roaming), Fitbit no “servía” para nada, pues todo se basa en la conexión de su app con la nube. En cambio, tras el cese de actividad de Pebble, hicieron un último update en su app: no requiere la nube para nada, totalmente autónomo.

3) Usa Google Fit, lo que garantiza la continuidad de los datos. Fitbit, por algún motivo no sincroniza con Google, por lo que quedas cautivo a dicho fabricante.

4) Puedes contestar, al menos en Android, desde el reloj, dictando los mensajes. Siempre desconfío de estos sistemas, pero incluso con ruido funciona realmente bien.

5) Usa correas genéricas de 20mm, por lo que es muy fácil cambiarlas. La correa que traía de goma, tenía buen tacto, pero no me terminaba de gustar, así que le he podido poner una correa metálica negra.

6) Es compatible con Sleep as Android, una app que llevaba usando desde hace años, con un desarrollador abierto a comentarios (pude contactar con él para hacer unas sugerencias y contestó) y desde que empecé con Fitbit abandoné, pero Pebble me ha permitido recuperar esta maravilla.

Y no sólo eso, todas las apps que hay alrededor: desde pedir un Uber directamente desde el reloj, ver la previsión del tiempo, las pulsaciones, pasos, etc… y todo ello con un dispositivo con batería para más de 5 días, sin preocupaciones de cargarlo diariamente. La pena de todo, el cese de actividad, una pena pues realmente me parece muy interesante la tecnología de Pebble. Veamos qué sucede con la fusión con Fitbit y que vuelvan a la filosofía que les ha dado tantas apps y ecosistema.

Migrando a la nube

Tras todos estos años albergando el wordpress en casa, en un PC, luego en una rapsberry, luego en un servidor, vuelta a la raspberry…. he decidido moverlo a la nube.

Para ello, exporté todo el contenido y lo he subido a WordPress.Com. Eso sí, para mantener el dominio (ruiz-weber.es), lo que hago es una redirección a través de un WAF que tengo, con lo que todo debería quedar como antes y ser transparente el cambio.

¿Por qué voy a la nube?, supongo que por “pereza”, me permite no dedicar tanto tiempo a la administración del servidor, a sus actualizaciones y, sobre todo, potenciales problemas de seguridad.

¿Por qué usar WordPress y no Blogger?, buena pregunta… intenté usar Blogger, pero la importación del contenido de mi WordPress hospedado no ha sido posible, se queda aquello diciendo que lo está haciendo pero luego no pasa nada… y como no hay ni logs ni nada, a saber cuál es el problema. Evidentemente, migrando a WordPress no ha habido ningún problema, ha sido todo hecho en unos minutos.

Poco más que comentar… si el email está en nube, ¿por qué no también el blog?

El ojo que todo lo ve

Entro a mi histórico de YouTube (ya sabéis, es mi hobby) para buscar un vídeo que vi hace unos días… me aparece que llevo viendo cientos de vídeos en rumano desde ayer. Empiezo a pensar en lo peor (el perro hackeó mis deberes), pero tras un momento de calma, resulta ser el Google TV: se ve Alma tuvo a bien coger el mando y lo debió dejar con YouTube corriendo, empezando con vídeos sobre grandes camiones y acabando (gracias al devenir de las recomendaciones) con vídeos en rumano sobre tribus de las estepas asiáticas.

En cualquier caso, he descubierto “My Account” de google, donde puedes ver todo lo que has navegado (si usas Chrome), las apps que has usado y cuándo (si usas Android), qué vídeos, qué emails, qué todo…

Nuevos certificados

Desde el comienzo del blog hace más de nueve años, siempre ha utilizado certificados de CA Cert, una entidad certificadora libre, de la que además pude conocer a dos “notarios” que me avalaron al ingresar. El problema es que por más que ya pasado el tiempo, dicha entidad no termina de ser añadida en los navegadores por lo que siempre aparece un mensaje de seguridad indicando que se está accediendo a un sitio no confiable.

Por otro lado, las noticias de las nuevas versiones de Chrome sobre la exigencia de SSL sobre las conexiones web, las advertencias a los usuarios, etc… me han ido empujando a buscar una solución. Había incluso barajado comprar un certificado, pero por diversos motivos gestiono varios dominios y subdominios por los que la idea era usar wildcards, pero eso hace que la inversión sea un tanto elevada, por los que no los veía viable para un uso lúdico como el que hago.

Hace tiempo, escuché sobre Let’s Encrypt, una especie de consorcio de empresas para que todo el mundo tenga certificados, por los que en este fin de semana me propuse probarlo. Es un sistema un tanto peculiar, pues no se basa en generar un CSR, enviarlo a firmar y recibirlo, sino en un software/script el cual we ejecuta en el servidor y genera los certificados. Debido a las particularidades del site, con el uso del WAF y demás, he tenido que hacer un pequeño truco, pero que ha funcionado como esperaba y con una ventaja, Let’s Encrypt soporta varios CN por certificado, los que me permite olvidarme de los wildcards.

Tiene buena pinta, pero nada puede ser bueno del todo… los certificados duran cuatro meses, lo que obliga a estar un tanto pendiente del invento. Es cierto que se puede automatizar la tarea de renovarlos, pero con el software/script, lo que en mi plataforma no lo hace viable.

Veremos qué tal, o si vuelvo a CA Cert.

El blog sigue vivo y ya van 9 años

Lo último que publiqué es que volvía a mover el blog a la RaspberryPi, aprovechando que el nuevo modelo tenía más RAM, pues bien, desde entonces, hay algunos cambios, como por ejemplo:

  • Migración del dominio: nuevo proveedor, pero debido a problemas de “entendimiento” interno, ha tardado dos semanas, en las cuales, ni había blog ni había email ni nada… Al menos, para compensar me han regalado otro dominio.
  • Muevo dominio: ya no sólo es .es, sino también .com.
  • Más seguridad: plugins de securización de la plataforma así como uso de un sistema de proxy inverso, el cual da bastantes quebraderos de cabeza para configurar la plataforma.
  • Más velocidad: con fibra simétrica… si el blog tarda, echad la culpa a la pobre Raspberry que hace lo que puede pese a realizar SSL offloading en el firewall.

Poco más que contar, tras 8 años con la anterior empresa de hosting que me ofrecía servicios que casi nunca utilicé, ahora nos movemos a la aventura a una nueva, sin apenas servicios (y con su ahorro económico).

Nuevo server

En la empresa han hecho limpia, así que revisando todo lo que iban a tirar, me quedé con un par de PC de escritorio bastante compactos y un server.
Con los PC los he saneado, repartido su RAM equitativamente e instalado Ubuntu Desktop. La idea es que Alicia los lleve a su cole.
Con el server, he preferido darle servicio: sustituir la pobre raspberry pi, que bastante ha dado de si. Ahora el blog vuelve sobre una plataforma más “seria”, con discos en RAID, más RAM, mejor fuente, disipación,… Esperemos que dure.
Lo que sí se nota ya es que el blog carga, con diferencia, más rápido. Gracias a la mejor CPU, mi idea es agregarle más servicios, como un cloud.ruiz-weber.es privado para no depender de Dropbox y similares… Ya se irá viendo.

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Finde en Maderuelo

Alicia tenía puente en el cole,  así que pedí el día en el trabajo,  para irnos de casa rural a Maderuelo.

Ya estuvimos por allí,  en agosto de 2007, y la zona no nos es desconocida,  pues hemos estado otras veces estando en Duruelo. Sin embargo,  esta vez la idea era tener calma,  ver cosas, pero sin agobios… De este modo,  tendremos excusa para volver.

El viernes salimos hacia allá, sin prisa, sin madrugar, como he dicho, con calma. Llegamos bastante temprano,  pues está realmente cerca de Madrid, a tan sólo hora y media. Hicimos el check-in en la casa rural Maderolum, pequeña,  de cuatro habitaciones,  pero muy espaciosas y completas. Importante,  sin tele,  pero con WiFi.

Fuimos a comer La Posada de los Templarios,  donde se supone que hay menú,  pero no lo anunciaban y la carta es caríííííísima. La novatada,  pero bueno,  de todo se aprende y ya sabemos donde no ir ni recomendar a nadie. Hay otro restaurante/bar,  llamado el Alfoz de Maderuelo, donde se come maravillosamente a un coste razonable y que fue nuestra solución para las cenas. Los pimientos rellenos de carne y el lomo de ciervo con setas son muy recomendables.

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Desde la Posada de los Templarios

Por la tarde,  aprovechamos para ir a Ayllón, donde como de costumbre, aparcamos en el margen del río,  con sus patos y cisnes. Dimos una vuelta por el centro y llegamos a la oficina de turismo. Allí Alicia se encontró con un antiguo profesor del instituto… También es cierto que como el puente tiene un carácter más escolar, yo creo que casi todo el mundo que veíamos tenían algo que ver con el mundo docente.

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Ayllón

El sábado,  tras un desayuno con porras,  tostadas,  zumo y bizcocho,  todo hecho allí en la casa (repito,  todo,  el pan,  las porras,  etc…),  salimos hacia el pie de la presa de Linares, dando un tranquilo paseo. La pena es que más adelante,  había maquinaria pesada,  quizás arreglaban esa zona del río,  en cualquier caso,  decidimos irnos de allí,  rumbo a la Casa de Interpretación del Parque Natural de las Hoces del Río Riaza,  en Montejo de la Vega de la Serrezuela. Nos atendieron más que bien,  incluso nos dejaron el teléfono fijo para poder llamar a los restaurantes de la zona y reservar,  pues sólo determinada operadora tenía cobertura en la zona y,  casualidad, no era la nuestra. Aprovechamos para ver la exposición,  que por un eurillo,  con lo bien que nos han atendido,  que pueda servir para algo.

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Pie de la presa

De allí nos fuimos a una ruta circular,  que nos recomendó,  relativamente corta y sin mucho desnivel,  por el páramo, sin llegar a entrar al cañón,  pero como ya habíamos estado en el pie de presa con sus chopos amarillos entre las paredes donde anida la mayor colonia de buitres,  ya teníamos suficiente. De allí,  comimos en el Lagar de Milagros,  en Milagros.

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Montejo de la Vega de la Serrezuela

Volvimos a Maderuelo a través de una carretera rural realmente mal asfaltada, esquivando baches continuamente… Metí la rueda en uno que pensé que se desarmaba el coche… Pero bueno,  llegamos bien y pasamos por la hermita de Hornuez, donde tendríamos que volver otro día para verla con calma,  aunque esperaremos que para entonces esté mejor la carretera.

Ya en Maderuelo,  pasamos tranquilamente la tarde,  paseando por sus tranquilas calles,  donde como te acostumbras a no oír nada,  hasta el ruido de las pisadas parece atronador. También, con el cambio horario,  al oscurecer muy pronto,  es posible ver de verdad las estrellas,  no como en Madrid que apenas se ve la luna y poco más.

El domingo, con cierto miedo a posibles atascos en las carreteras,  nos vinimos directamente tras desayunar. Así evitamos la depresión post-puente.

Vacaciones 2014

Como sabéis, cambié de trabajo hace tres meses lo que ocasionó algún que otro chascarrillo al preguntar sobre las vacaciones: “… ¿acabas de llegar y ya quieres vacaciones?….”. Al final, me dieron 5 días (también es lo legal, pues si tenemos veintitantos días al año, eso son casi dos al mes, por lo que tras este primer trimestre, ya debería tener seis).

Uno de esos cinco días lo pasé en París: tuvimos reunión en la sede de Francia miércoles y jueves así que el viernes aproveché para quedarme allí. Aprovechamos para ver otras coas que no habíamos visto: Barrio Saint Germain, la Cité, Versailles y algún que otro “POI” de El Código da Vinci… París podría recordar “algo” a Madrid, pero “mil veces más grande”. Si en España tenemos “La Granja de San Ildefonso”, allí está Versailles 100 veces más grande. Y así sucesivamente. Quizás Madrid es la copia “cutre”.

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Los otros cuatro días que me quedaron, los aproveché con unas reuniones por el norte: Organicé visitas a partners en Oviedo, Bilbao y Santander (en ese orden, sí, muy inteligente, lo sé) de miércoles a viernes. Como además en agosto trabajamos sólo hasta las 15h, teníamos tiempo (sí, Alicia vino conmigo) para ir con calma al siguiente destino y tratar de descansar, pues el primer día, Oviedo, salimos de casa a las 5 de la mañana para llegar allí a las 11h. El viernes comenzaron las verdaderas vacaciones: Galicia.

El viernes salimos de Santander hacia Galicia, a Ortigueira, donde estuvimos en el hostal que hay allí por tres días. Días de relax, en comparación al tute de kilómetros que nos habíamos pegado los días anteriores. Comida en la playa, Alicia pudo ver familiares y conocidos, etc… Uno de los días la verdad que fue muy malo, lloviendo, así que aproveché para terminar de leer “La Cena” de Herman Koch.

Panorámica de la ría de Ortigueira

El lunes salimos hacia Finisterre, el fin del mundo. Tomamos un “crucerito” que nos llevó por la costa y quedó a la altura del famoso faro para ver el atardecer/anochecer. Mereció la pena los eurillos pagados, totalmente recomendable.

Anochece en Finisterre

El martes fuimos hacia O Grove con un objetivo: megamariscada. Para purgar pecados, fuimos primero a La Toja, pero no al balneario, sino a dar una vuelta por allí y ver esa especie de Marina D’or gallego (aunque de muy alto standing). Tras hacer tiempo, fuimos a D’Berto, elegido mejor marisquería de España en 2014 y con precios acorde al galardón. Con los vertiginosos costes, la verdad que se hacía difícil pedir, pero al final nos metimos unos percebes (gordos no, lo siguiente), unas almejas marinera, unas ostras (por si hacía efecto viagra) y un bogavante. Todo genial, salvo el postre, unas filloas que quedaron oscurecidas por la calidad antes vista.

La idea original era volver el miércoles desde El Grove, pero con unas cosas y otras, pasamos por León, concretamente por Castroverde de Campos para estar con la familia de Sara, invitándonos a una barbacoa. La verdad es que tenía buena pinta, pero “algo” en el desayuno del hotel antes de salir me debió sentar mal no estaba muy “catódico” para el buen yantar. Para dormir, estuvimos en una casa rural muy recomendable que hay dentro del propio pueblo: todo con vistas, pues en caso de beber un poquito, no hacía falta coger coche.

El jueves volvimos a casa, tras este periplo de 9 días y más de 2400 Km.