Si eres legal, eres legal

La última parida del Ministerio de Cultura, pagado con el dinero de todos, es la web Si eres legal, eres legal.

En ella hay testimonios que dicen que por cada cd pirata que compras, Dios mata un gatito y ñoñeces semejanes. Yo, por lo pronto, he enviado el mío, comentando en qué me afecta la piratería:

Me afecta a que gracias a ella, puedo descubrir a gente con Philip Glass, del cual no conocía nada y en un par de días he podido escuchar gran parte de su obra. Estoy desando que venga por Madrid para poder ir a ver un concierto suyo.
Por otro lado, he podido ver películas como “El Gran Dictador”, “Metrópolis”… que no encuentro en ningún videoclub ni mucho menos en grandes almacenes.
También he podido leer libros que me han animado luego a ir al cine a ver la película.
En definitiva, gracias a la mal llamada Piratería, mi cultura ha crecido.

Evidentemente, este comentario no será aprobado ni optaré a llevarme el premio que sortean, pero ahí queda y os animo a que hagáis lo mismo (y que valoréis algún comentario que parece se ha colado).

Me hace gracia que el Ministerio de Cultura quiera promover la “cultura”, cuando los museos son carísimos y los CD’s estás por las nubes. En UK, salvo exposiciones puntuales, los museos son gratis, los CD’s están por 8 libras… Eso sí que fomenta la cultura, pero claro, aquí se entiende por cultura a un grupo de personas que en algún momento de su vida dieron algún palo al agua y ahora quieren vivir de rentas, de la sopa boba, del no hacer nada…

Señores de la SGAE: ¡A currar como todos!.

Señores del Gobierno: ¡Dejen de devolver los favores a sus amigos “hartistas” y “titiriteros”!

Viajes y cosas extrañas

Se nota que la recta final del quarter llega a su fin, porque comienza el trabajo de campo (y para compensar, hoy que estoy en casa vegetando, publico todo lo que tenía acumulado).

Esta semana he estado tres días entre Barcelona y Lisboa: un día comes en una ciudad y luego cenas en otra…

El caso es que en estos viajes, me han sucedido cosas extrañas:

1) Llego a Lisboa por la noche y el conductor del taxi que me toca es sordo, teniéndole que escribir en el móvil la dirección. Arranca y procede a tocar el taxímetro para poner la tarifa. Éste se encuentra metido en la guantera (típico en los viejuno-mercedes-taxi portugueses). El caso es que el pájaro, sigue con el cuerpo inclinado y el vehículo en movimiento. Me empiezo a inquietar y miro: tiene los botones del taxímetro incrustados, como si le hubieran dado patadas… está incluso utilizando un bolígrafo para apretarlos. El coche sigue en marcha y él sigue ahí agazapado, saliendo del aeropuerto, la gente pitando, se llega incluso a parar y nos siguen pitando, pero él no creo que ni oiga las bocinas. Por fin, parece que se da por vencido y me lleva todo el viaje con un intermitente puesto (ni lo ve ni lo oye). Para al lado de Marqués de Pombal, me señala una calle y me dice que por ahí está el hotel, eso sí, la carrera no es gratis, sigo que la estima a “ojo”. Al final, el hotel estaba justo al lado de donde había parado pasando la esquina y el precio más o menos es lo que me suelen cobrar hasta esa zona.

2) En el vuelo de vuela a Madrid, un tío roncando, pero como un hipopótamo. El caso es que un graciosillo (¡No!, no era yo) amparado en el anonimato, le empieza a ¿chasquear la boca? (esto que se hace cuando alguien ronca y quieres que pare, como “tchk, tchk…”). El roncador se despierta de muy mala forma y a una chica que tiene al lado le empieza a decir algo. Ella le dice que no ha sido y el pollo se pasa el resto del vuelo sin dejar de mirarla. ¡Menudo psicópata!.

3) Estoy tranquilamente en el avión, cuando veo que tengo encima un billete de metro. Pensé que era uno antiguo que llevaba en el abrigo, pero miro la fecha y era del día anterior, lo que es imposible pues estaba en Lisboa. Lo tenía encima de la pierna, como si se me hubiese caído del bolsillo de la camisa. ¿Un fallo en Matrix?. Al llegar a casa, sobre la una de la mañana (estaban asfaltando la autovía al volver del aeropuerto y atascados a las doce de la noche), pienso en la solución: estaba en la revista, que hay en Vueling metida en el asiento delantero, que estuve leyendo. ¿O quizás Matrix dio solución al error?.

¿Ataque al server?

Alguno sabéis que, además del dominio, tengo un hosting. En éste tengo ciertas partes de la web publicadas. Pues bien, el otro día, llega un correo del servicio de hosting diciendo que habíamos excecido el límite mensual y que en tres días nos lo cierran.

Entro en el “panel de control” desde el que se gestiona todo y se obtienen estadísticas y veo que lo hemos superado en unas 150 veces… y lo mejor de todo, en un sólo día. Es realmente extraño, así que les indico que, o bien se debe a un fallo suyo o bien un ataque (DoS, DDoS…), pues por mi parte, necesito más de una semana para generar tal volumen de tráfico.Responden diciendo que parece que ha habido algún fallo y lo van a comunicar al Servicio Técnico.

El caso es que, a día de hoy, nos han cerrado el acceso hasta el próximo mes (un par de días quedan) y sigo esperando contestación y los logs del servidor para ver qué ha podido ser.

Semana de muchos vuelos

Tras el viaje a Porto la semana pasada, tenía previsto ir a Londres a ver a Alicia desde el viernes al lunes (pedí un par de días de vacaciones). De esta visita, Alicia hizo un extenso post contando lo que hicimos.

De este último viaje, llegue a casa el lunes a las 22:00 y me puse a todo gas a preparar el training que tenía que dar al día siguiente, en Valencia. Tras una siesta de 3 horas, a las 4:00 A.M en pie para salir hacia allí en coche. La verdad es que no lo voy a volver a repetir, no es en absoluto bueno conducir con tanto sueño… tuve un par de “sustos” con las bandas sonoras. Traté de parar un par de veces, incluso para dormir algo, pero nada, no hay manera, pues sólo de pensar que paro el coche y me van a robar, no consigo dormir.

Finalizado el training, sobre las 20:00, de vuelta a Madrid. Llego a casa a las 23:30, preparo la maleta pues a las 6:10 sale un avión hacia Lisboa con una plaza a mi nombre. Me vuelvo a echar una sieta y rumbo al aeropuerto. Esta vez, al menos, el training lo pude dar en español, pues uno de los asistentes no entendía el inglés. Una vez finalizado éste, salimos en coche (pero esta vez yo iba en el asiento trasero) hacia Porto, donde al día siguiente me esperaba otro training.

En Porto, fuimos a “La Capa Negra”, un sitio especializado en “francesinhas”, un plato típico de la ciudad que or recomiendo busquéis y tratéis de hacer en casa… yo lo comería, pero tiene mucho queso. De vuelta al hotel, resulta que me dieron una habitación de fumadores y no era posible el cambio, pero bueno, con tanto sueño y lo tarde que era, tampoco estaba para armar mucha guerra por eso.

El jueves, al finalizar el día, el partner me llevó al aeropuerto donde me esperaba un vuelo de ¿regreso?, noooo, de ida a Londres. Tenía previsto ir a Estados Unidos el domingo, pues tenía reunión allí el lunes y martes, así que, como no hay vuelo directo, era necesario hacer transbordo desde, por ejemplo, Londres, lo que me daba la oportunidad de ver a Alicia un par de días.

Al final, la reunión fue cancelada una semana antes, pero como los vuelos ya estaban cogidos y pagados al final volé de Porto a Londres, trabajando desde allí el viernes. El vuelo que he podido cancelar ha sido el transatlántico, aunque no sin cierta penalización.

Imagino que tras ver todo esto, es comprensible que haya olvidado el blog todos estos días.

Oporto

Pues sí, esta semana he estado en Oporto, o como dicen los portugueses, Porto.

He estado 1.5 días, pues el primero llegué sobre las 13:00 hora local. Fuimos a comer con los clientes a un sitio bastante bueno… y olvidé pedir una tarjeta para recomendarlo. Pedimos, creo que lo llaman, porco, es decir, cerdo, como filetillos pero más pequeños adobados, con patatas fritas naturales y arroz. La bandeja era bastante generosa y al final acabó sobrando.

Terminadas las reuniones con los clientes, fui al hotel, el Residencial Vera Cruz, en pleno centro. Por la web lo ponían muy interesante, pero resultó ser un tres estrellas que parecía una pensión. En mi habitación no había calefacción, así que en mitad de la noche me desperté del frío y cogí una manta del armario. Lo peor fue la ducha por la mañana… En cualquier caso, quizás repetiría, porque era bastante barato y salvo ese pequeño inconveniente, no estaba mal, además, el desayuno continental va incluído en el precio. La cafetería (pues es sólo para los desayuno o pequenho almorço) está en el último piso y de no ser por la niebla matutina, las vistas habrían molado.

Por la noche, para cenar, fui a tiro hecho, un McDonald’s… sí, lamentable, pero tenía que seguir currando, a las 21:00 que eran, estaba todo vacío y daba algo de cosa. Al llegar al hotel, buscando la WiFi, encontré una llamada Porto Digital que está abierta y tiene pinta de ser algo oficial, así que pude usar el Skype y contestar todos los correos pendientes.

Al día siguiente, todo el día con el cliente y vuelta al aeropuerto por la noche, que es de nueva construcción y en 2007 ganó el primer premio de todos los aeropuertos españoles europeos, además, allí también había WiFi gratis abierta.

Renovando los certificados

Pues sí, ya tocaba renovar los certificados del servidor expedidos por CAcert. En su momento, cuando los generé, debido a que mi nivel de confianza no era muy elevado (CAcert se basa en niveles de confianza de los “usuarios”, cuantos más “notarios” dan fé de ti, mayor es tu índice de confianza), los certificados que podía generar eran por muy poco tiempo.

A día de hoy, y gracias a que conozco personalmente a dos “notarios” de CAcert, tengo un mayor nivel de confianza y por tanto, los certificados que obtengo son por dos años.

Bueno, a lo que iba, que he renovado el certificado y ahora son válidos hasta el 2010… a ver si este proyecto de blog sigue adelante y me toca renovarlo de nuevo y, sobre todo, ¡me acuerdo cómo se hace!

Por cierto, os recuerdo que en el panel derecho del blog, bajando un poco tenéis un enlace a CAcert para descargar el certificado raíz y que no os salten excepciones en el navegador, pues a día de hoy, todavía no vienen de serie con Firefox.