Otra reclamación más

Para variar, otra reclamación más a mi “bestia negra“.

Volviendo desde Nuevos Ministerios, veo que sólo hay una máquina de tickets, cuando del Metro hay, como poco, más de 10.

Ya publiqué hace tiempo que en Chamartín pasa lo mismo, cuando en Tres Cantos hay dos máquinas y dudo que el flujo de viajeros sea mayor que en cualquiera de las citadas estaciones.

Sinceramente, dudo que este problema surja del desconocimiento, de la incompetencia… sólo puede ser producto de la más profunda falta de respeto por parte de RENFE hacia sus usuarios, ninguneándolos y vejándolos de todas las maneras posibles.

Otro grave fallo que veo y que al personal de la estación se la sopla es el sentido de los tornos: 3 para salir y 15 para entrar, cuando a esa hora NADIE ENTRA, sino todo lo contrario, se satura la salida. Además, en esta maldita estación, los tornos tienen que validad el ticket para salir, agravando aún más la masificación en éstos.

¿Por qué esta compañía de trenes trata a la gente que no va en el puñetero AVE como mierda?, ¿acaso los obreros que dependen de este nefasto medio de transporte se merecen eso?

Transferencia a Alemania

El lunes, por eBay nos compramos unos auriculares bluetooth para el móvil a muy buen precio (¡lo que nos cuestan dos, en cualquier tienda aquí nos vale solo uno!).

El método de pago es transferencia bancaria, lo que no es un problema, ya que el banco no me las cobra si son dentro de Europa, así que, procedo.

A los dos días (estas transferencias tardan), el comerciante, todo un power-seller (tiendas que venden por eBay) nos dice que le faltan cerca de 12 euros y que hasta que no tenga todo el dinero no procederá con el envío.

Llamo al banco alarmado, pues el histórico de transferencia pone la cifra correcta, y allí me asegurar que ellos no me han cobrado nada de comisión, así pues, el problema es el banco destino.

En otra llamada (por si acaso), me comentan que hace unas semanas, en Europa, las transferencia se pagan a medias, no siendo posible asumir por una parte todo el gasto, por lo que, si el alemán no pone la comisión de su banco, ¿cómo voy a saber cuánto de más tengo que ingresas?. Es cierto que en la web pone que las costas de la transferencia van de mi parte, lo que es lógico, pero, yo no puedo adivinar que SU BANCO va a cobrarle. Comprendo que si el mío me cobra 10 euros y yo envío 100, tendré que enviar 110 para que no le lleguen 90, pero no puedo suponer/adivinar que su banco parece una jaula de ladrones.

Por otro lado, ¿por qué tengo que pagar YO un servicio de su nefasto banco?. Imagina que no te dicen nada en una tienda y cuando pagas, por ser tarjeta te meten recargo alegando que el banco… O me lo dices antes y yo doy mi visto bueno o nada.

¿Y ahora qué?, se admiten sugerencias.

Por cierto, tengo hasta el código de operación swift (o como se diga) e incluso, si me hiciese falta, el banco me enviaría el recibo firmado y sellado por ellos en papel.

Al final no lo hice…

Hace algún tiempo, comenté qué iba a hacer con mi voto… pues bien, al final me he rajado.

No creáis que mi idea era un partido u otro, sino algo radical: meter en el sobre papel higiénico usado. Lo tenía todo pensado, hasta lo que comería durante un par de días antes del gran momento para asegurar un buen derrape.

Poco a poco, me empezaron a surgir remordimiento… ¿se podrían dar cuenta que fui yo?, ¿el presidente de la mesa, al coger el sobre, notaría algo raro?, ¿vomitarían al abrir la urna o el sobre?, ¿sería mejor plastificarlo?. También, me dio por pensar en el pobre mono que le tocase estar allí todo el día y encima tenga que aguantar la gracia.

Al final, con gran pesar, pues pensaba publicarlo con todo lujo de detalles (fotos incluidas), o incluso llegar a ser portada del menéame, no me he atrevido.

Otra reclamación más para RENFE

No alcanzo a entender cómo es posible que para una vez que uso el lejanías (las cercanías no sé dónde las ven) al mes, le encuentro todos los fallos. La suerte, por si sola, no explicaría tal fenómeno, así que, la solución racional a tal incógnita sólo puede ser una: DEJADED por parte de RENFE.

Hace un par de meses, ya les puse una queja, sobre la única máquina expendedora de billetes que hay en la conexión con el Metro en Chamartín. Pues bien, me ha tocado sufrir su indisponibilidad otra vez. Esto no hace más que confirmar la utilidad de las reclamaciones: limpiarse el culo.

Así pues, harto de las bonitas palabras que no surten efecto, haré como el “malo de seven”, en vez de dar una palmadita en la espalda, les daré con un mazo:

Hace un par de meses, les indiqué la falta de más máquinas expendedoras de billetes en Chamartín, en la conexión con el Metro sólo hay una, y si falla, hay que dar un gran rodeo. Sin embargo, a ustedes les da igual, sólo les importa vejar al viajero. Pierden el culo con el PUTO AVE y a los que usamos el cercanías, bastantes más y de menor poder adquisitivo, que nos jodan. ¿Sabe qué les digo?, que os jodáis, he perdido la paciencia.

Ya está bien de tolerar y reír las gracias de esta panda renferos. A ver qué responden a esta reclamación, si dejan de enviar cartas modelo vacías y llenas de estupideces.

36 horas con una "siesta"

He tenido sesión doble esta semana. El curro comenzó a la misma hora de siempre, pero no fui a donde “suelo ir”, sino al teatro para preparar el show, que como todo el que se precie, debe hacerse a partir de las 22:00.

La preparación duró hasta las ocho de la tarde, así q, fui a casa a cenar un poco, tratar de relajarme para no tener nervios durante la función y vuelta al tugurio.

El show comienza, pero hasta las 00:00 no empieza lo bueno, mientras tantos, numeritos por un lado y por otro, aunque alguno con cierto riesgo. A partir de la hora mágica, el show se desmadra, se quita la red y el miedo desaparece, sabes que te la juegas, pero, ¿quién ha dicho que la fama no cuesta?.

Sobre las 4:00 termina la función repleta de bises, rarezas y obras insólitas, así q, a dormir un poco, pues a las 8:00 hay que recoger el local, ya que la gente lo deja lleno de palomitas, cocacolas… y, como las veces anteriores, dura más de lo esperado, hasta casi las 20:00…

Llegué a casa como un zombie (el dolor de cabeza era insoportable), así q, cenando un poco y a las 22:00, cuando en el hormiguero cantan eso de “vete a dormir”, me fui para el sobre… quizás podría haber seguido despierto para:

a) Ver cuánto aguanto

b) Comprobar si es cierto lo de las alucinaciones tras largos periodos de vigilia

c) Verificar que dormir no sirve para nada y que es un vicio (insano, por cierto)

d) Conseguir un internamiento en un instituto frenopático, aunque quizás debería primero ser cierto el punto b

El colmo de la dejadez

Hoy he actuado en un organismo público.

Al llegar a recepción, comienzo:

Alberto: Hola, venía a ver a Fulano Pérez

Funcionario: Sí, dígame la extensión

A: Pues la verdad, siempre le llamo al móvil

F: Tiene que preguntarlo

A: ¿Y no lo puede mirar en el ordenador?

F: Es que no es mi trabajo

A: ¿Pero esto no es recepción?

F: Es que eso no lo miramos nosotros

A: Entonces, ¿para qué tienes el ordena?… A ver si te vas a estresar por mirarlo… ¿Qué pasa?, ¿me vas a decir que hacen falta 15 personas aquí para cambiar una bombilla?

F: Ya pero…

A: Tú la fama te la ganas a pulso

F (llamado a Fulano, más quemado que la pipa de un indio): Alberto está aquí.

F: Toma tu pase

A: Gracias.

Ahí se van nuestros IRPF… luego dirán que soy un broncas, pero cosas así no son tolerables.

No se puede hacer fotos

El viernes, al salir del curro, fuimos a darnos una vuelta por el centro comercial Ciudad de Tres Cantos (3C).

Tras un brownie del Burger King, que están bastante bien y son, con diferencia, más baratos que el cualquier otro sitio, tocó pasar por el stand de Wii.

A mi la Wii, ni fu ni fa, pero Alicia insistió y convenció a Antonio a una partidilla al boxeo.

Peleando con la Wii

Yo, como fotógrafo del evento, dando vueltas por ahí sacando las fotillos, cuando de repente, me sale una de las azafatas:

Azafata: No se pueden hacer fotos

Yo: ¡Qué tontería!

A: Está prohibido sacar fotos

Y: Deja de decir tonterías  y déjame en paz.

Parecía que me había librado de ella, cuando aparece el “responsable del stand”.

Responsable: Soy el responsable del stand y no puede hacer foto

Y: ¿Sí?, demuéstralo, enseñame tu acreditación

R: A ver, voy de buen rollo y está prohibido hacer fotos

Y: ¿Qué tontería?, ¿sabes lo que estás diciendo?

R: Nintendo tiene normas de no hacer fotos

Y: En este país, Nintendo no hace las leyes, estoy en un sitio público y fotografío lo que me da la gana

R: La ley dice que no puede hacer fotos

Y: ¿Qué ley?, ¿la de tus cojones?

R: A ver, voy de buen rollo y no quiero llamar a seguridad

Y: Llama, que luego llamo yo la policía y me van a dar la razón

R (que no se atreve a llamar a “seguridad”): Es que hay niños que podrían salir y yo soy el responsable

Y: Tú serás responsable de que un crío pegue un puñetazo a otro al agitar el mando, pero, si el niño no es OBJETO de la foto, sino ACCESORIO, es completamente legal

En este momento, Alicia y Antonio, que estaban al lado, intervienen, comentando que las fotos son a ellos y la cámara es de Alicia

Finalmente, por no dar más el cante y como tenía la foto que quería, guardo la cámara, eso sí, nada más llegar a casa, busco temas de legislación sobre este incidente, dándome la razón.

En cualquier caso, es cierto que hay centros comerciales en los que está prohibido las fotografías (por derechos de imagen), pero no es el caso, ya que en Ciudad de Tres Cantos está únicamente prohibido los perros, patinar, bicis y fumar.

Loco al volante…

Hoy, al salir del curro, por la carretera en el carril derecho, un tío que llevo delante trata de cambiar de carril. La carretera va vacía, pero un 4×4 algo deprisa aparece por la izquierda. El tipo que llevo delante al verlo aborta la maniobra.

Hasta aquí normal, pero resulta que no vuelve como es de esperar a su carril, sino que frena muy bruscamente, lo que me hace a mi frenar también. Por la injustificación de aquello, es normal hacer un “¡qué haces loco!”, pero nada más, así que, viendo las cosas raras que hace, decido adelantarlo y alejarme.

Estoy adelantando por el carril izquierdo y veo que el pavo me sostiene… como no quiero correr más y el tipo parece que le va la velocidad, pues que siga delante y desaparezca, pero como un energúmeno, saca la mano con el signo del dedo corazón alzado. Miré si había algún otro coche, pero no había nadie más… Era un tio mayor (más de 50), con una gorra roja, con todas las ventanillas bajadas… algo muy raro.

Al ver que hace cosas raras, decido guardar mucha distancia, no sea que le de por tirar cosas por la ventana.

Un poco más tarde, cuando a mi izquierda me están pasando otros coches, el tiparraco frena de golpe hasta parar!!!!. Al llevar distancia de sobra, no tuve que detenerme y ya me doy cuenta que lo que hace es premeditado y por algún motivo, la ha tomado conmigo.

Tras esto, el tipejo toma otro desvío y desaparece. Quiero pensar que ha confundido mi coche con otro que sí le haya hecho un buen “pirulón”.

¿Fin del pinchazo?

Tras mucho llamar, Alicia consiguió hablar con Norauto de “Sanse”. Nos dieron cita a las 19:00. El encargado de allí, al escuchar la historia alucinaba, desde lo que había salido en la rueda como la “poco oficial” hora de cierre de Torrejón (a las 21:00 cuando debería ser a y media). Él mismo cogió la rueda y en unos 40 minutos (para dar tiempo al parche de “actuar”) ya estaba todo. Incluso, al recoger el coche, la de repuesto la había metido en el cubículo del maletero y dejado todo ordenado.

Una vez en casa, no oímos el “psssssssssssss”, pero, la estaremos vigilando.

Poco más que contar por ahora… bueno sí, pero eso mañana, a la misma hora y en el mismo canal.